Más que evangelismo, Alice Harris

Hace unas semanas viendo el programa Humanidad la Historia de Todos Nosotros en el canal History Channel,  llamó mi atención el capítulo donde se habla del valor de Alice Harris, una misionera bautista que se atrevió a denunciar la barbarie del Imperio de Leopoldo II de Bélgica.

Alice Harris, había viajado al Congo, África, junto con su esposo el Reverendo John Harris, para apoyar en la tarea evangelista de la región. Con dolor y sin indiferencia alguna, la pareja había observado como el Imperio del soberano se había formado y le había hecho multimillonario gracias a la esclavitud y exterminio que hoy se contabiliza como más diez millones de nativos.

El rey en su afán de cubrir la demanda del caucho, que, tras la invención de los neumáticos las industrias automovilística y de bicicletas demandaba en grandes cantidades, formó un monopolio que imponía cuotas del producto, sin importar los métodos, pero que garantizara el envío de la mercancía.

Los métodos son conocidos por su crueldad a tal punto que, si uno de los nativos se oponía, él o algún miembro de su familia corría el riesgo de recibir alguno de los atroces castigos, como la amputación de alguno de su miembros o incluso morir despedazados.

La icónica imagen de Alice Harris

Así sucedió con la familia de Nsala, quien con un dolor indescriptible y con valor caminó entre la selva hasta llegar a la misión bautista. Este congoleño junto con otros, llevaba un paquete hecho con hojas frescas, cuando Alice le pidió que lo abriera, para horror de ella contería la pequeña mano y pie de su hija, que junto con la esposa de Nsala habían sido despedazadas por los Centinelas, nombre que se le daba a la guarda belga, que había llegado a la aldea y matado a todos los que estaban ahí.

Alice que era conocida juntamente con su esposo por sus constantes denuncias en el Reino Unido, de donde eran originarios, contra la continua barbarie y violación de los derechos humanos de los nativos, tomó su cámara y la imagen que reveló daría la vuelta al mundo y haría tambalear al imperio belga.

Anteriormente, se había hecho denuncias sobre las atrocidades ocurridas en el Congo , pero, fue la imagen de esta misionera la que mostró el precio que los neumáticos tenían y finalmente hizo reaccionar a la población mundial. Misioneros como Alice son reconocidos hoy en la historia como piezas claves en contra la esclavitud.

Otra de las imágenes tomada por la misionera

Alice junto con su esposo y otros misioneros movieron a la población del mundo, de ese entonces, para que a través de grandes protestas contra los imperios europeos del siglo XIX demandarán que estos dejaran sus brutales métodos. Estos reinos sin control alguno mantenían a las poblaciones africanas bajo el yugo de la esclavitud, todo para garantizar su poderío político y económico.

Quiero volver a repetirlo hoy los libros de historia reconocen a los misioneros de ese entonces, como los responsables de movimiento anti esclavitud de mediados del siglo XIX; y lo hago porque me llevo a meditar que vivimos un tiempo en que el evangelismo no puede reducirse a compartir el mensaje de Cristo, sino en mi humilde opinión es tiempo que los cristianos tomemos un lugar más preponderante.

Creo que es momento de levantarnos y denunciar lo que va en contra de la palabra de Dios, no podemos encerrarnos a orar y consolar; tenemos derecho a protestar, tenemos derecho a emitir nuestra opinión y a no ser señalados por ella, porque vamos a dejar que aquellos que exponen libremente su vida de pecado lo griten, el pecado sigue siendo eso.

No me tomen a mal, no me llame beligerante, sencillamente estoy diciendo que no permitamos que quienes promueven el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, ocupen los puestos del gobierno o muevan a la opinión pública a legalizar lo que no agrada a Dios.

Porque vamos a dejar que  personas con una moral laica individualista ayuden más al necesitado que la iglesia y los cristianos; predicando así sus “estilos de vida” y nosotros… reducimos nuestro evangelismo a lo más básico y por ello pasemos desapercibidos en un momento en el que aun tenemos la responsabilidad de establecer el reino de Dios en la Tierra.

Fuentes consultadas: Grant Kevin, A Civilised Savagery, Britain and the New Slaveries in Africa 1884-1926, United States, Routledge Taylor and Francis Group a Division of T&F  Informa, by Taylor and Francis Book Inc. 2005. Humanidad la Historia de Todos Nosotros, History Channel.